En definitiva, y para ir cerrando, algunas conclusiones:

- Tenemos que dejar atrás esta cultura de culpabilizar a la gente por no usar software libre. En muchas ocasiones hay razones poderosas para ello.
- Prediquemos con el ejemplo y apliquemos mucha empatía para encontrar problemas, y poner recursos para solucionarlos.
- El software colaborativo no tiene por qué ser puramente libre.
- El software libre no puede ser el fin último, ni condición necesaria para la digitalización.